jueves, 19 de mayo de 2011

LA LENGUA




La lengua está contenida en la cavidad bucal, casi la llena por completo; se sitúa por debajo de la región palatina, delante de la faringe, encima de la región hioidea y de la región sublingual.

Es un órgano músculo membranoso
; su cara superior está dividida en dos partes: una anterior, bucal o lengua propiamente dicha; y otra posterior, faríngea o raíz; la división está marcada por un surco en forma de V abierta hacia delante llamada surco terminal o V lingual.

Los músculos de la lengua se dividen en grupos pares, derechos e izquierdos, pudiendo ser internos o externos; entre los externos se encuentran los músculos geniogloso y estilogloso. El geniogloso se inserta en la cara interna de la mandíbula y de ahí se dirige a la lengua en forma de abanico en toda su extensión, para insertarse en la línea media en el tabique; su función es dirigir la lengua hacia delante, retraerla y deprimirla. El estilogloso tiene su origen en la apófisis estiloides del hueso temporal; su función es dirigir la lengua hacia arriba y hacia atrás.

La mucosa lingual cubre la lengua en toda su extensión, excepto en la base. En su cara superior se hallan abundantes papilas que son prolongaciones de tejido conectivo y están provistos de capilares y terminaciones nerviosas; las papilas dan a la lengua el clásico aspecto rugoso. Las papilas por su forma y aspecto pueden ser filiformes, fungiformes, caliciformes, foliáceas o circunvaladas.

  • a) Las papilas filiformes contienen aferencias táctiles; son abundantes, rugosas, con forma de filamento y se ubican en la región central.
  • b) Las fungiformes son pequeñas y tienen forma de hongo; se observan como manchas rojizas a la inspección.
  • c) Las caliciformes son las de mayor tamaño y están ubicadas por delante del surco terminal; ellas están rodeadas por una depresión profunda que posee abundantes cálices gustatorios.
  • d) Las foliáceas están hacia los bordes laterales y en el ser humano no están muy desarrolladas.
  • e) Las circunvaladas, foliáceas y fungiformes contienen receptores para el gusto en los calículos gustatorios.
La inervación motora de la lengua procede del nervio Hipogloso (XII par craneal) y del Glosofaríngeo (IX par craneal). La sensación del gusto de los dos tercios anteriores es conducida por la cuerda del tímpano, rama del nervio Facial (VII par craneal), y la del tercio posterior por los nervios Glosofaríngeo (IX par craneal) y Neumogástrico o Vago (X par craneal). La sensibilidad lingual está dada por la rama lingual de la división mandibular del Trigémino (V par craneal) y los nervios Glosofaríngeo (IX par craneal) y Laríngeo interno (rama del X par craneal).

Para la Medicina China es importante considerar las siguientes partes, por su relación con los cinco elementos y los órganos principales: la anterior o punta, la posterior o raíz; la parte media y los márgenes o bordes al lado izquierdo y derecho.

En la punta se reflejan los problemas del corazón y pulmón, en los bordes del hígado y la vesícula biliar, en el centro del bazo y estómago, y en la raíz del riñón. (Ver y ampliar imagen superior)

La lengua participa principalmente de funciones gustativas en la percepción de sabores y en la articulación de las palabras.

Como es un órgano muscular, la lengua tiene facilidad de movimiento, facilitando los procesos de masticación y deglución, participando del inicio de la digestión; por su inervación permite la discriminación de los sabores. “El movimiento armónico de la lengua estimula la fluidez del aire por el tórax y las cuerdas bucales, haciendo el habla clara y fluida”.(48)


IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LA LENGUA

Basado en la observación de las características y cambios en la lengua y en la saburra, el examen de la lengua permite monitorizar la evolución de la enfermedad y su terapéutica.

El tejido de la lengua puede tener diversos tonos de rojo, azul y violeta; y varios grados de humedad. Una lengua fisiológica es rojo pálido y algo húmeda; significa que la sangre en cantidad suficiente es llevada a la lengua por el movimiento del Qi. Si la lengua mantiene durante el curso de una enfermedad esta coloración y humedad es una señal de buen pronóstico, pues el Qi y la sangre no han sido afectados.

El revestimiento de la superficie de la lengua o saburra
es el resultado de la actividad de la función del bazo; la saburra cubre toda la superficie de la lengua  o pedazos, puede variar en grosor, color, textura En una persona sana es relativamente uniforme, pudiendo ser delgada, blanquecina y húmeda.

Un examen apropiado de los cambios en el estado de la lengua permitirá determinar las condiciones del Qi y la sangre, las características de los factores patógenos y antipatógenos, el estado de los órganos y vísceras; la naturaleza, profundidad y localización de la enfermedad; la evolución de la enfermedad y su pronóstico, y en ocasiones son el elemento primordial para la diferenciación sindrómica.

Como todo procedimiento diagnóstico, es importante recordar que al observar la lengua se debe tener en cuenta siempre la historia y el cuadro clínico del paciente para poder hacer un análisis global que permita llegar a un diagnóstico acertado.

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